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Los fabricantes de automóviles entendieron muy pronto que la proporción entre velocidad, seguridad y confort era fundamental para atraer más clientes hacia sus modelos. Ya en 1900, por ejemplo, el Mercedes Prince lograba unos alucinantes 117 km/h y con la velocidad se hizo necesario que los fabricantes enfocarán sus esfuerzos en el desarrollo de suspensiones más seguras, eficientes y confiables.

Precisamente para 1900, el amortiguador de suspensión se implementó de manera creciente en los autos de la época. Los amortiguadores Gabriel entraron al mercado en 1907 con un mecanismo de fricción muy eficiente para las condiciones del momento, pero que perdió vigencia con el avance del automóvil. Gabriel, desde sus inicios en la fabricación de amortiguadores, ha sido un OEM (Fabricante de equipamiento original por sus siglas en inglés). La investigación constante ha permitido que, día tras día, nuestra marca conserve su liderazgo y forje nuevas tecnologías siempre pensadas en un mayor control y confort.